Pan

El Pan es un alimento básico de nuestra dieta, que también está acogido a la marca de calidad.

Bajo el distintivo C’alial se distinguen cuatro tipos de panes, típicos de las tres provincias aragonesas: el pan de cinta, el pan de chusco, el pan de cañada y el pan de pintera, pintadera o estrella.

Estos panes se caracterizan por estar elaborados con harina de alta calidad y masa madre natural, sin ningún tipo de aditivo ni coadyuvante tecnológico. Están sometidos a largos períodos de fermentación, lo que determina la gran calidad de estos panes.

El reglamento describe también cómo debe ser el proceso de producción para cada uno de los panes (elaboración de la masa madre, amasado, reposo, boleado…) y específica claramente que la cocción habrá de tener lugar en un horno con solera de piedra. En ningún caso se podrán congelar para su conservación y posterior comercialización. 

Son panes de aspecto rústico, con miga esponjosa, hueca y corteza crujiente y tostada.

El pan de pintera es redondo, de aspecto rústico, marcado con sello, aplastado por las orillas replicas relojes y elevado y ahuecado en la parte central. El chusco tiene forma alargada y un corte transversal en la parte superior a lo largo de toda la pieza. El pan de cinta es de forma alargada y con extremos redondeados; una cinta o cordón de masa lo cruza transversalmente en la parte superior. Por último, la cañada tiene forma ovalada, es fina (grosor inferior a 6 centímetros) y presenta marcas o hendiduras en la parte superior. 

 

Puedes consultar el Reglamento aquí. Y su corrección de errores.