Pastelería Ascaso

Pastelería Ascaso nació hace más de 125 años en Huesca y, desde entonces, su apuesta por la innovación y la investigación de nuevas fórmulas basadas en las recetas tradicionales, le han convertido en un sólido referente de la gastronomía más dulce de España, gracias principalmente al Pastel Ruso, un dulce de inspiración francesa cuya receta original sigue siendo un secreto propio del obrador de Ascaso.

Hoy, Ascaso continúa creciendo, con la cuarta generación familiar al frente. En el último año, se ha abierto un establecimiento en el centro de Madrid y se ha trasladado la producción a un nuevo obrador, de 1.680 metros cuadrados (dos plantas). Ubicado en la Plataforma Logística de Huesca, cuenta con los más importantes avances del sector para optimizar la producción artesana que caracteriza a sus creaciones.

Productos dentro del sello C’Alial:

Castañas de Mazapán: Quizá el dulce más representativo de Huesca. Su origen se remonta al s. XIX y se siguen haciendo sin interrupción desde entonces de manera totalmente artesanal. Son pequeñas porciones de mazapán a las que se da forma de castaña una por una y colgadas de unos ganchos se sumergen en caramelo. Las nuestras cuentan con la “C” de Calidad Alimentaria.

Se presentan en cajas de 12, 24 o 42 unidades. 

Pastel Ruso: Sencillo y exquisito. Esos son los adjetivos en los que coinciden los principales expertos gastronómicos al referirse al Pastel Ruso de Ascaso. Este dulce oscense contiene avellana, almendra, clara de huevo, espuma de praliné y... el “toque secreto” de los Ascaso. Su original textura, entre esponjosa y cremosa, y su intenso sabor a almendra y avellana hacen que cada bocado de este pastel sea una auténtica experiencia para los sentidos. Muy conocido, es la especialidad más demandada de Ascaso desde su creación, en 1974, y ha posicionado a esta pastelería como referente del dulce gourmet en España. 

El pastel ruso es natural cien por cien y esta elaborado siguiendo la receta tradicional de manera artesana. El pastel ruso con C’alial, tiene la palabra “ruso” escrita en su parte superior. Y al igual que en el resto de productos de repostería amparados con la marca C’alial, no está permitido el uso de aditivos en su elaboración. Tiene un aroma y sabor predominante de frutos secos tostados, con matices de avellana. 

Se mantiene en frigorífico normal y se recomienda tomarlo atemperado (sobre 18ºC o 20ºc), aunque admite más fluctuaciones según los gustos. Conservado entre 0 y 6 grados tiene una caducidad de dos meses. 

No lleva harina, por lo que es apto para celíacos.